La mania celularistica que hay actualmente (eso de cambiar cada dos por tres de modelo, de que todo sea via mensaje, de que solo sepas de alguien por mensajes de texto, etc) me ponen los pelos de punta... me recuerdan sendos cuentos de Ray Bradbury(El asesino) y Cortazar (cuando te regalan un reloj) donde el adminiculo tecnologico comienza poco a poco a tomar el poder y uno termina siendo esclavo de aquello que , en teoria, deberia simplificar nuestra vida....
Cada vez que alguien me muestra su nueva adquisición (el último modelo que viene con mp5, sonido polifonico, camarita con flash, karaoke incorporado y manitos retractiles que te dan masajes cada vez que hablas por telefono) pienso en lo mismo: ¿como haces para vivir tranquila y libre sabiendo que llevas semejante cosa en el bolsillo??? yo no lo sacaria ni a la esquina(tanto por el valor economico como por el valor sentimental/fetichista que la gente le otorga)... y entonces caigo en mi respuesta salvadora ¿para que tenerlo entonces!!?
Luego de esta breve exposicion de porque Laura Ingalls odia los celulares quedan con liniers
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