Decidir, decidir, decidir. En este mundo dicotómico lo dificil es justamente eso. No soy de las que creen en un camino único marcado, escrito y cerrado, creo más bien en que las opciones son infinitas -si estamos abiertos a ellas, solo asi podemos verlas y ser concientes-, coincido bastante con el budismo y su idea de que el camino no es uno, que las vias a recorrer son multiples y que cada uno debe seguir y elegir el que mejor lo convenza... Me gusta esa idea de la multiplicidad de rutas...
Y si, las opciones están ahi, abiertas frente a nosotros. Constantemente debemos decidir y elegir entre todas ellas, y es ahi donde radica lo dificil de la elección: en dejar de lado las diversas opciones y aferrarnos a aquella que, creemos, es la mejor...
Pero bueno, todo esto viene porque hace dias que me debato entre el querer y el deber kantianos, hace dias que estoy en esa disyuntiva. De a ratos la primera opción es la mejor, pero a las dos horas la culpa arremete y mi primera observación no me resulta tan acertada, no se si debo dejarme llevar por mi razón o guiarme por lo que dicta mi cuerpo.... definitivamente no se que hacer: estudiar y rendir o tomarme unas merecidas -creo- vacaciones!!! He ahi la cuestión!!!